sábado, 16 de febrero de 2013

1x06 - Evasión







Un helicóptero de la Unidad de Emergencias Sanitarias de Cataluña despegaba de la calzada en aquella carretera secundaria, dejando allí a todos los curiosos que observaban lo acontecido. La policía, mientras tanto, interrogaba a la pareja que había dado el aviso.
Sara ya estaba a salvo, de camino al Hospital. Pero todo apuntaba a que la joven no sobreviviría.

-----------------------------------------

Última hora: aparece una de chicas desaparecidas en Viver, Castellón. Las primeras noticias indican que se trata de Sara Ferrer, quien tras más de cuatro meses en paradero desconocido, por fin sabemos que sigue con vida. 

En estos momentos está siendo atendida en el Hospital Universitari de Girona. La joven ha sido encontrada en mitad de la carretera que une la pequeña localidad de Montnegre con la ciudad, mientras yacía en el suelo sin conocimiento.

Desafortunadamente, sigue sin saberse nada de Natalia, la otra joven desaparecida en la misma noche.

Les mantendremos informados de cualquier novedad.

----------------------------------------------------

La familia de Sara iba camino de Girona, les habían llamado contando lo sucedido. Estaban muy nerviosos, pero al mismo tiempo contentos porque, por fin, la pesadilla había terminado. Iban a reunirse con su niña, a la que tanto habían llorado y echado en falta. También Lucía y Marc se dirigían al Hospital.

Él estaba preocupado, aunque no tenía nada que ver con lo que fuera que le había ocurrido a Sara durante todos estos meses, posiblemente era una de las últimas personas con las que había hablado. Si Sara lo nombraba estaría metido en un buen lío. Era traficante de drogas y podía tener más que serios problemas.

Necesitaba hablar con ella, para que no dijera nada. Solo quería asegurarse de que salía limpio de todo ello, aunque por supuesto le importaba de verdad el estado en el que se hallaba la prima de Lucía. Le era infiel con ella a su novia, pero pese a todo, no era una mala persona y tenía sus remordimientos.

---------------------------------------------------

-¿¿Dónde está??, ¡¡Queremos verla!! –Gritaba desesperada Alicia, la madre de Sara. 

Acababan de entrar al Hospital los tres: ella, el marido y el hermano. 

-Por favor, esperen un momento, enseguida les atiende el doctor. Acompáñenme por aquí. –Les dijo una de las enfermeras que había en ventanilla.

Les dirigió hasta la Unidad de Cuidados Intensivos, desde donde sólo podían verla a través de un cristal. A continuación la enfermera salió.

Los tres comenzaron a llorar.

-Mi ni… mi niña… -Decía su madre entre lágrimas y abrazando a su marido mientras perdía las fuerzas y la estabilidad de la emoción.

Antonio, el padre de Sara, miraba con tristeza y con la cara descompuesta a su hija, que llevaba mascarilla, tenía puesto un gotero y estaba sedada. Jorge, su hermano, tuvo que sentarse de la impresión en una fila de asientos que había tras ellos.

Entonces entró el doctor que llevaba el caso de la paciente. 

-Hola... –No sabía cómo hablarles. 

-¡Doctor!, ¿cómo está Sara?? –preguntó Antonio, soltando a su mujer que se recomponía.

-¿Está bien?, ¿saldrá de esta, verdad?? –decía ella con la cara muy expresiva.

-Por favor, tranquilícense. La paciente presenta un cuadro bastante agudo. De momento está siendo atendida con mucha precaución. Siento ser tan directo, pero… Sara acababa de sufrir un aborto en el momento de su hallazgo.

-¿Cómo?! –Alicia se quedó atónita, y volteó su cabeza hacia la cristalera. –Qué le han hecho a mi niñaa…. –Sollozaba sin fuerzas… -qué le han he.. hechoo…

Su hermano, sentado, se llevó los brazos a la cabeza y arqueó la espalda de manera que miraba al suelo. Estaba destrozado. Antonio atendía a las palabras del doctor.

-Parece ser que estaba embarazada de dos meses. Las pruebas que le han sido realizadas arrojan unos resultados que me gustaría comentar cuando estéis preparados. –Dijo lo más amablemente posible el doctor, mirando a Antonio, quien parecía que llevaba mejor la recepción de noticias.

-Cariño, quedaros aquí, enseguida vengo. 

Antonio ayudó a que su esposa se sentase junto a Jorge, y le hizo un gesto a este para que no la descuidase. Jorge tenía 19 años. Era un chaval luchador. Desde que su hermana desapareció, se hizo más fuerte que nunca, y maduró a pasos agigantados.

Antonio salió de allí junto con el doctor. Pasaron al despacho de este y allí tomaron asiento.

------------------------------

-Sea sincero, por favor. ¿Qué le ha ocurrido a mi hija? –Dijo con semblante serio y desesperanzador Antonio.

-Las autoridades son las encargadas de la investigación del caso, señor. Yo lo único que puedo decirle es que su hija presenta signos de maltrato y de violación. Está en un estado de shock, no sabe quién es, no reconoce donde está. No dice nada. Tiene diversos hematomas por el cuerpo… –Guardo silencio durante unos segundos.

Antonio dirigió la mirada hacia la ventana. Era un día soleado y hacía buena temperatura. El sol incidía sobre el despacho, sobre la figura de Antonio, quien en esos momentos no escuchaba nada, solo pensaba en la desgracia que su hija tenía y lo duro que era sobrellevar la situación.

-Se recuperará de las dolencias físicas, pero le quedarán graves secuelas psicológicas. Por el momento es todo cuanto puedo comunicarle. Las autoridades podrán terminar de informarle mejor sobre lo que posiblemente vivió su hija. Lo siento. –Le expresó con un tono de voz bajo, comprensible con la delicadeza del caso.

-Señor… ¿señor?... –El doctor se dio cuenta del descontrol de aquella conversación y del daño que les estaba causando. 

Antonio volvió en sí y miró a los ojos del doctor.

-Perdone. –Acto seguido se levantó, le tendió la mano para estrechársela como agradecimiento y le dijo que, por favor, hiciera todo lo que estaba en sus manos por salvar a su hija y hacer que volviese a ser la de siempre.

------------------------

Lucía y Marc pasaron a verla. Ella le dio un abrazo fuerte y un beso a Alicia. Él observaba impactado a Sara, que permanecía sobre la cama, sin moverse. Enseguida volteó su mirada hacia la familia. Jorge le miraba inquietantemente y se puso nervioso.

-Ya veréis que todo va a salir bien, que Sara será la de siempre.-Comentaba Lucía, para animar y ser positivos.

-Dios te oiga, cariño. –Le respondió Alicia, haciéndole una mueca.

Jorge, sin embargo, guardaba silencio. De pronto se levantó.

-¿Dónde vas? 

-A tomar un poco el aire. –Así de escueto y tajante le respondió a su madre, que le siguió con la mirada hasta que él salió de la sala.

-¿Os traigo un café?, ¿algo de comer? –Preguntó Marc. –Enseguida vengo con algo, que seguro os vendrá bien. –Les dijo con aparente tranquilidad.

Ellas se quedaron en la sala, mirándose sin entender nada.
 
-------------------

Marc salió tras Jorge y lo alcanzó a la salida. Jorge estaba fumando un cigarro, apoyado junto a una barandilla que delimitaba el paso a unos jardines.

-Jorge.

El hermano de Sara se giró. -¿Qué quieres tío?, ¿qué coño haces aquí?, ¿es que no te cansas? Te quiero bien lejos de mi hermana y ahora más que nunca. No voy a permitir que le hagas daño. Ya no.

-Jorge, por favor, escúchame. Sé que no me he portado bien con ella ni con Lucía, pero te pido por favor que sigas guardando el secreto, a tu hermana no le gustaría que todo esto saliera a la luz. –Le rogó temiendo lo que podría desencadenarse si él hablaba.

-¿Cómo te atreves a venir a decirme nada cuando he callado durante tanto tiempo?, ¿crees que estoy tranquilo conmigo mismo, cabrón? Que no quiera hacer más daño en mi familia no significa que te esté defendiendo. No te quiero volver a ver. Eres un hijo de puta y tienes suerte de que anteponga hasta tal punto mi familia. Solo te digo que cuando Sara se recupere yo tendré una conversación privada con ella, y entonces se hará lo que ella diga, no lo que tú quieras.

-Entonces esperaremos, pero a tu hermana tampoco le conviene decir nada.

-¿Qué a mi hermana no le conviene decir nada?, ¿tú la has visto??!, ella ya no tiene nada que perder, si decide callar será para evitar males mayores.

-Como sea. Pero yo no tengo la culpa de nada de lo que le ha pasado. Eso que te quede bien claro. –Y Marc volvió a entrar para dirigirse a la cafetería.

Jorge aguardó fuera, pero estaba muy nervioso. Tiró el cigarro al suelo y le dio un golpe a la barandilla con las manos, maldiciéndolo todo.

Jorge sabía que Marc y Sara mantenían relaciones sexuales a escondidas, a espaldas de Lucía, y de toda la familia. Los descubrió un día en la habitación cuando nadie había en casa y él llegó porque había olvidado un trabajo de clase.

Desde ese día, unos meses antes de la desaparición de las chicas, Sara le había pedido millones de veces que no dijera nada, que era su vida y que no quería que nadie la juzgara por lo que estaba haciendo, que se había cansado de ser la hija perfecta y que en cuanto tuviera el dinero suficiente se iba a largar de la ciudad y jamás la volverían a ver, que solo era cuestión de tiempo.

Jorge entonces se amedrentaba ante su hermana, y pensó que al fin y al cabo sería su problema y su vida, que ya se daría cuenta del error que estaba cometiendo. Se sentía débil y no se veía capaz de desvelar aquél secreto. Tenía miedo de desencadenar discusiones familiares.

Por esa razón calló todo, y después de que Sara desapareciera nunca quiso decir nada para evitar justamente más disputas familiares con Lucía y sus tíos.

Pero ahora todo era diferente, estaba harto, era demasiado. Tenía que hablar. ¿Y si Marc de verdad tuvo algo que ver en lo que le pasó a Sara? Jorge jamás se perdonaría el haber dificultado la resolución del caso.

-----------------------------

1 semana más tarde.

-Sentimos lo sucedido, la paciente presenta un estado de shock profundo. Está evadida de la realidad. Los análisis y las pruebas que le hemos realizado son poco esperanzadores. Sara Ferrer está demasiado afectada por todo lo que ha vivido en los últimos 5 meses. No sabemos cuánto tiempo pasará hasta que recupere la normalidad y tenga noción de la realidad. Tampoco sabemos si ese día llegará. –Comentó el psiquiatra D.González.-Hizo una pausa.

-Aquí no sufrirá, estará bien atendida las 24 horas del día. Mantengan la esperanza. 

Así fue como les comunicó el estado de la joven a sus familiares. El silencio del padre y el llanto desesperado de su madre y hermano invadieron el despacho. Sara acababa de ser internada en el mejor centro psiquiátrico de Valencia. 

Esta era la nueva vida que le esperaba. Vivir entre cuatro paredes blancas e insonorizadas. Sara jamás se recuperaría, la adicción a las drogas como la cocaína y otras sustancias que tuvo durante años y los hechos que vivió en los últimos meses de su vida terminaron por trastornarla.

---------------------------------------------

-Preparad la jaula 18. Las niñas alemanas ya vienen en camino.

FIN


Epílogo

Esta ha sido la historia de cómo una mafia rusa de tortura y de prostitución secuestraba a dos jóvenes hermosas y atractivas para un público exigente y multimillonario.

En la Universidad se creyó que Alexandra regresó de vuelta a su país de origen, Rusia.

En cuanto al cuerpo de Natalia, nunca apareció. Lo más posible es que los perros lo devoraran, al igual que el de la que fuera miembro de Anonymous, y posteriormente enterraran bien aquellos restos que pudieran quedar.

España quedó conmocionada con el caso. El espectáculo y los pabellones seguían en marcha, ofreciendo distintas funciones y servicios. En algún lugar, bajo las montañas, un gran negocio maquiavélico estaba forjándose cada vez con mayores ingresos. Ese lugar estaba en Barcelona, una ciudad que atrae a millones de turistas cada año, turistas multimillonarios que pagaban sus servicios sexuales y sádicos.

La policía no pudo esclarecer el caso ante la falta del testimonio de la víctima, pero el caso se cerró sentenciando que todo fue producto de una red de prostitución polaca, como tantos otros casos habían sucedido hasta el momento.

Marc Hernández Casas fue detenido por tráfico de drogas. El hermano de Sara, Jorge, terminó por contar la relación que ellos mantenían y la policía comenzó a seguir sus pasos, de modo que lo descubrieron. Se enfrentaba a una condena de 5 años de cárcel.

Ante el testimonio de Jorge, la familia se llevó otro duro golpe. No conocían tan bien a su hija como creían. La relación con la parte familiar de Lucía se vio afectada por todo ello, pero siguieron manteniendo cierto contacto.

miércoles, 30 de enero de 2013

1x05 - La huida






 

-¡¡Quédate quieta donde estás, o te juro por Dios que te meto un balazo y luego te doy de comer a los perros!!

La silueta femenina se dio media vuelta, de cara al hombre que le apuntaba y que vestía con el uniforme característico del negocio. Le miró asustada y cansada de correr.

50 metros más al este, y a una mayor altura, junto al borde de un precipicio rocoso de más de 200 metros de altitud, otra joven figura femenina se hallaba frente al vacío.

Tres disparos impactaron contra el primer cuerpo, desvaneciéndose entre los matojos secos del bosque.

50 metros más al este, y a una mayor altura, un cuerpo se precipitaba al vacío.


Tres horas antes


Septiembre. Faltaban tres días para que se cumpliesen cuatro meses de la desaparición de las chicas de Viver, y algo más de tres del hallazgo del cuerpo, descuartizado y con signos claramente de tortura, de Carla Santana.

Tanto en el pueblo como en Valencia, ciudad natal de las tres chicas, se preparaba una gran manifestación para reivindicar que las dos jóvenes, de casi 22 años, volvieran sanas y salvas a sus casas, con sus familias. Iban a salir a la calle para que se hiciera justicia y los culpables pagasen con pena de cárcel el delito, pues estaba claro que no habían desaparecido por voluntad propia.

Un nuevo curso había comenzado, los compañeros de la universidad estaban colaborando también para la manifestación.

Había una gran expectación en los medios. Todo el mundo hablaba del caso, se empezaba a rumorear que una mafia rusa había establecido sede de su negocio en España. Los principales periódicos del mundo estaban preparando una portada con la fotografía de Natalia y Sara, donde salían juntas sonriendo. Lo cierto es que tenían un gran parecido.

Evidentemente el miedo comenzaba a propagarse por todas las familias españolas, en la última década el número de secuestros y desapariciones planificados por las mafias se había triplicado. La gente se unía a la causa y luchaba por la seguridad de todos.


----------------------------------------------------------


-Tenemos que cuidarnos bien, y cubrirnos las espaldas. Ahora más que nunca debemos estudiar muy bien nuestros pasos. Llevamos aquí más de 11 años, y no hemos tenido problema alguno. Anonymous funciona a la perfección, tenemos clientes de todo el mundo, multimillonarios que pagan sus fetichismos e idas de olla por un dineral. ¡Aquí nadie compra su libertad!, ¿¡está claro?!

Tres individuos de constitución fuerte, vestidos totalmente de negro, con el uniforme, de pie, asintieron. A continuación salieron del despacho y se alejaron por un pasillo, que tenía varias goteras. Estaban bajo tierra.


---------------------------------------------------------


-Sara… Sara.., despierta. –Decía Natalia, adolorida, derrumbada, sin fuerzas.

Sara no respondía. Estaba maniatada por los brazos a la jaula de dos metros, dentro de esta, como su amiga.

No se escuchaba nada, las paredes parecían sucias, oscuras, y no olía demasiado bien.


---------------------------------------------------------


-He presentado la dimisión, como vosotros queríais. –Dijo Svetlana, muy seria y recta frente a un hombre sentado en la silla de su despacho, de espaldas a ella.

-Perfecto. Desde ahora dejarás de ser Alexandra, profesora de Turismo. Tenemos nuevos planes para ti.

-Con todo el respeto, pero no estoy de acuerdo. Es muy sospechoso el movimiento que voy a hacer. Pueden descubrirme.

-Cállate. Tú no tienes ni voz ni voto. No quieras terminar como el inútil que casi pierde a la niñata de Viver, la 14, ni como la inépta de Santana. ¿O sí? –Respondió esa persona imponente y superior. –Por su culpa casi llega a su casa, faltó nada para que el vecindario se enterase de lo que estaba sucediendo. Tenía que ser algo rápido, sin complicaciones.

-Yo ya dije que en ella no podía confiarse, y en cuanto a la 14, Sara Expósito, esa chica estaba echa una fiera, por eso pudo escapar.

-Ya no importa eso. El tema quedó zanjado y solucionado. Tanto él como Santana pasaron a un mejor mundo. Porque desde luego quienes no nos sirven, que tengan claro que van a sufrir y que nada bueno pueden esperar de nosotros. Tú deberías saberlo mejor que nadie. –El hombre se volteó desde la silla mirando fijamente a Svetlana. Le arqueó la ceja derecha con semblante serio.

-Largo, ya te volveremos a llamar para darte instrucciones. –Terminó por decir.

Svetlana estaba asustada, sabía que algo no iba bien. De pronto querían que dejara su falsa identidad y la cambiase por otra. Algo estaban planeando para ella, y nada bueno como le acababan de decir, podía ser.

Se dirigía por el pasillo con unas botas altas, unos vaqueros ajustados, y un suéter fino que por la parte de detrás llevaba plasmada la pieza de puzle encadenada. Tenía un cuerpo muy atractivo, y su cabellera larga, rubia y lisa, le caía sobre los hombros, que junto a su piel blanca contrastaban con el uniforme.

Caminaba a grandes pasos, volteando la cabeza mientras atravesaba el largo pasillo, mal iluminado. De pronto, pasó junto al despacho nº9. La puerta estaba entreabierta y vio de reojo la silueta de dos hombres. Eran miembros de Anonymous.

Le extrañó que estuviesen en ese despacho, reunidos los dos. Decidió retroceder, y silenciosamente, poner atención a lo que hablaban.

-Has entendido lo que tienes que hacer, ¿verdad? De hoy no puede pasar. Se lo ha creído demasiado durante los últimos meses. Se piensa que por haber vigilado a la 14 y a la 15 durante todo un año y conseguir toda la información posible de ellas, tiene derecho a algo más que ser una simple subordinada.
Desde que entró a formar parte de Anonymous su ámbito fue el de la vigilancia y prefase A. Puede traicionarnos en cualquier momento y en cualquier caso han decido prescindir de ella. Tienen a alguien más competitivo y eficiente. Además, siempre nos dio problemas con Santana. Esas dos estúpidas nunca supieron llevarse bien.

-Entendido. –Respondió el otro individuo.

Svetlana se quedó boquiabierta, y el corazón se le aceleró. Supo de inmediato que la iban a matar, y no iba a ser una muerte rápida. Cuando alguien les traicionaba, quería salirse de Anonymous, o se creía más listo que todo ello, acababa formando parte de el espectáculo.
No quería que la torturaran salvajemente pese a que ella fue quien tuvo que acabar con Santana. Era ella la que se escondía tras la bata negra y el protector de plástico que le cubría la cara para que la sangre no le salpicase cuando, con la motosierra, cortase las cuatro extremidades de la joven, por petición del público.

Svetlana, pese a todo, era una mujer de carácter fuerte y no pensaba dejarles rienda suelta. Esos cabrones no iban a deshacerse tan fácilmente de ella.

-Si vosotros venís a por mi, yo pienso joderos el negocio. –Pensó en ese mismo instante. Acababa de fraguar un plan en su mente, sabía cuál era el punto débil que Anonymous tenía en esos momentos.


------------------------------------------------


Natalia y Sara eran drogadas a diario, para mantenerlas sumisas y débiles, dóciles y obedientes. Se estaban pasando con las dosis. Sara comenzaba a desvariar, de pronto no reconocía a Natalia y no abría la boca para decir nada. Parecía algo trastornada.

Natalia, por su parte, se sentía muy sola, con mucho miedo. Intentaba reanimar a Sara, hablándole cuanto podía.. pero era inútil, Sara ya no le hacía caso. Estaba demasiado ida.

A Natalia le dolía todo el cuerpo, alzaba la mirada hacia el nudo que la tenía maniatada a las verjas de la jaula. Desesperada comenzó a llorar y a recordar, se arrepentía de haberles mentido a sus padres…



[Flashback]

Agencia de modelos extranjera. Vestuarios.


Natalia entraba con su compañera Inés. Acababan de posar para una sesión fotográfica.

-Sí, es verdad, este siempre había sido mi sueño, quiero llegar a ser una modelo famosa, reconocida a nivel internacional. Entonces mis padres, pero sobre todo mi madre, ya no podrán echarse para atrás. –Le comentaba Natalia en el set del vestuario, entre risas, a una compañera de trabajo.

-¿Pero en serio que nadie de tu familia sabe que estás posando para esta revista? –Le preguntó aquella, con cara de sorpresa y picardía.

-¡Qué va, tía!. Mi madre nunca me lo hubiera permitido, es que no quiere entenderlo, y estoy harta, prefiero posar y ganar mi dinero realmente como quiero. Además, es una revista extranjera, no tiene por qué enterarse. –Se reía mientras terminaba de ponerse los vaqueros y las botas para salir de la agencia.

[Fin flashback]


Natalia seguía llorando, esta vez con fuerza… siempre quiso ser modelo, y cuando comenzaba a entrar en ese mundo, le ocurría esta desgracia, marcándola de por vida, ensuciándola de arriba abajo, por todas y cada una de las partes de su cuerpo, al que tanto aprecio le tenía.

En ese momento entró Svetlana. Iba descubierta, sin pasamontañas.

-¿A..Alexan..Alexandra? –Natalia tartamudeó al verla. Estaba tan sorprendida como realmente débil.

-Cállate, no preguntes. Os voy a soltar, tenéis que iros de aquí ya mismo.

-No lo entiendo… -Dijo entrecortadamente y parando su sollozo.

-¡Escúchame!, si no os vais os terminarán matando en pocos días, después del pabellón 3 el siguiente servicio es el espectáculo. Os van a torturar salvajemente a petición del público. Si escapáis ahora podréis denunciarlo todo.

-Pe…pero.. no puedo moverme.. –Lloraba nuevamente Natalia.

Svetlana tenía acceso, como miembra de Anonymous a todas las contraseñas del pabellón 3 y del 4, donde se celebraba el espectáculo. Asimismo sabía dónde estaban las llaves de las jaulas. Primero desató a Natalia, luego a Sara, que seguía perdida en su mundo, en shock.


--------------------------------------------


Rápido, salid por aquí, Svetlana se cuidó mucho de sacarlas por la trampilla de seguridad que había junto al montacargas 2, era un acceso que conectaba directamente con la salida al bosque. Estaban en el interior de una montaña, en medio de una sierra, en paradero desconocido.
Pero cuando estaban escapando, las cámaras de seguridad lo detectaron y quien estaba al encargo de la captura de Svetlana salió tras ella dispuesto a matarla. Primero hizo sonar las alarmas.

Inmediatamente después, cuando esto sucedió, 10 rottweilers fueron liberados automáticamente de sus celdas. Era una de las medidas de seguridad que tenían. Estaban perfectamente adiestrados para que devorasen a quienes se les ordenaba. Los miembros de Anonymous debían protegerse de inmediato con ropas acorazadas.

Ellas ya habían logrado salir al exterior. Llevaban unos minutos de ventaja. Svetlana se había alejado junto a los dos jóvenes unos cuantos metros. Corrían bosque a través. Un contacto de Svetlana las iba a esperar al pie de la montaña.

De pronto, toda una serie de disparos se escuchaban, así como a los perros ladrar ferozmente.
Svetlana paró un instante. Les dijo que no podía hacer más por ellas, que se buscaran la vida pero que trataran de salvarse. Ella misma estaba muy asustada, el plan no le había salido como ella pensaba y ahora mismo las dos chicas se habían convertido en una carga. Tenía que salvarse ella. Acto seguido se alejó corriendo mientras los disparos y los perros se escuchaban cada vez más cerca.

Abandonadas a su suerte, Natalia intentó reanimar y hacer entrar en razón a Sara, pero era imposible, y en un acto de desesperación la zarandeó de tal manera que perdió el equilibrio y Sara cayó rodando por una ladera. Natalia, más asustada que nunca y cansada de luchar, trató de esconderse entre los grandes árboles que allí había, a unos metros, en la parte izquierda.

No podía más, estaba realmente cansada de todo, no quería continuar en ese infierno de prostitución, y mucho menos que la torturasen y la matasen como les había dicho la que creían profesora suya.

Los perros y el hombre que salió detrás de ellas pasó de largo, camino abajo, por donde se había ido Svetlana. 



------------------------------------------------------


-¡¡Quédate quieta donde estás, o te juro por Dios que te meto un balazo y luego te doy de comer a los perros!!

La silueta femenina se dio media vuelta, de cara al hombre que le apuntaba y que vestía con el uniforme característico del negocio. Le miró asustada y cansada de correr.

50 metros más al este, y a una mayor altura, junto al borde de un precipicio rocoso de más de 200 metros de altitud, otra joven figura femenina se hallaba frente al vacío.

Tres disparos impactaron contra el primer cuerpo, desvaneciéndose entre los matojos secos del bosque. Svetlana ya no era un problema.

50 metros más al este, y a una mayor altura, un cuerpo se precipitaba al vacío. Natalia, entre lágrimas y con la mirada perdida, se acababa de suicidar...


-------------------------------------------------------


1 hora más tarde.

-Cariño, ¿cómo ha ido la reunión del trabajo? –Preguntó una mujer joven que viajaba junto a su marido en el coche, de vuelta a casa.

-Bien, bien, parece que ya todo está solucionado, la próxima semana podremos cerrar el contrato con la multinacional. Habrá que celebrarlo... –Le respondió él con voz sensual, una sonrisa pícara, y mirando a su esposa mientras conducía.

Ella no pudo evitar reírse. Les entró a ambos la risa tonta cuando, de pronto…

-¡Para!, ¡para!, ¡¡para, Emilio!! –Gritó asustada ella.

El coche frenó de golpe. Ella se quitó el cinturón y se bajó rápidamente, dejando la puerta abierta. Corrió hacia delante unos cinco metros.

-¡Llama a emergencias, joder!

En el suelo yacía una joven con la ropa rasgada, el pelo revuelto, sucia, y con un charco de sangre bajo su vientre. Había sufrido un aborto. Era Sara.





sábado, 19 de enero de 2013

1x04 - In situ






Flashback

Noche del 25 de Mayo. Casa de Carla.

-¡Que te jodan a ti, Marc! –Respondió Sara, furiosa ante el desplante de este.

Se agachó a recoger la bolsa transparente de coca que Marc le había lanzado y se quedó mirando a su alrededor. Le parecía que alguien la observaba. Giró la cabeza a ambos lados y observó con detenimiento, pero todo estaba muy oscuro, y pensó que no era nada importante.

Entonces se apoyó sobre el maletero de uno de los coches que allí había, abrió la bolsa, y con la ayuda de sus dedos se preparó una raya. Sara esnifó con fuerza por la nariz, y le sentó de tal manera que tuvo que sujetarse del alerón del coche. 

Tras unos segundos, volteó nuevamente la mirada hacia el camino que conducía hasta la entrada de la propiedad de Carla, allá por donde Marc había salido enfadado para subirse a la moto y marcharse. Decidió ir a buscarlo, si se daba prisa todavía lo alcanzaba.


---------


-Eh, Marc, ¡espera!

Marc se giró, le sorprendió que Sara fuera tras ella. –Déjame, estás chiflada! Te he dicho que me dejes en paz y que hagas lo que te salga del puto coño. Pero me debes 200 pavos.

-Oye, tío, vale ya, ¿no? Lo siento. No te pongas así.

-La próxima vez te lo pensarás antes de ponerme la mano encima. –Respondió Marc, mientras se subía a su Harley de color negra y se colocaba el casco. –Adiós.

Marc arrancó y aceleró. La dejó sola en la entrada, con tan solo un farol de iluminación que indicaba que ahí había un camino que conducía a una casa. Marc se alejó a gran velocidad por la carretera secundaria.

Ella se quedó allí de pie, se sentía culpable. Comenzó a llorar. Se le habían ido las ganas de volver a la fiesta. Sacó su móvil y le escribió un whatsapp a Natalia:

-Tía, sal de ahí ya y vente a la entrada del camino.

Necesitaba hablar con alguien a solas, y allí nadie las iba a molestar. Pero justo cuando le dio a enviar se dio cuenta de que no tenía cobertura. Estaba en un punto que dependiendo de donde situaras el móvil cogía o no.

-¡Joder! –Exclamó. 

Fue entonces que, en un intento de búsqueda de cobertura, se dio media vuelta para ver si cogía. Pero algo la asustó. Tenía justo enfrente a alguien. 

-¡Qué susto me has dado!, ¿Qué haces aquí? Está todo el mundo dentro…

-Lo mismo te puedo preguntar yo a ti. –Respondió sin apenas parpadear y con las manos tras la espalda.

Sara miraba confusa a esa persona. –Ya da lo mismo, solo he salido a airearme. Oye, volvamos a casa, me estoy poniendo nerviosa en medio de la nada.

Al tiempo que Sara iniciaba el paso, la persona que tenía enfrente se lo obstaculizó.

-¿Qué haces? –Preguntó Sara mirándole a la cara.

-Lo siento. ¡Tú no vas a ninguna parte! –Sacó los brazos de la espalda y le golpeó muy fuerte con una madera que tenía clavos a la altura de las costillas del lado derecho.

A Sara le pilló totalmente desprevenida y por sorpresa. Cayó al suelo de culo y el móvil se le desprendió de las manos. Le había hecho daño y no sabía qué estaba ocurriendo.

-¿Pero…pero por qué haces esto?! –Le pregunto dolorida y entrecortadamente mientras trataba de ponerse en pie.

-No preguntes, no quieras saberlo. Te ha tocado y punto. Y a tu amiga del alma también. ¿Dónde se ha metido que no la he visto?-Le preguntó mientras le desclavaba la madera y le amenazaba con volver a azotarla.

-Estás loca..!! le he avisado por whatsapp de dónde estaba, probablemente ha visto lo que acabas de hacerme y está regresando corriendo para pedir auxilio!

Carla se giró, intentó ver si alguien estaba al alcance de la vista, pero no vio nada. Inmediatamente después volvió a golpear con fuerza a Sara, linchándose con ella.

Sara gritaba y lloraba del dolor, no se podía mover en ese momento. Carla aprovechó para recoger el móvil de Sara.

-No te muevas, o te destrozo el otro lado de las costillas. –La tenía amenazada. Carla daba miedo. No parecía la misma chica simpática y divertida de clase. Era otra persona.

En ese momento llegó un bmw negro a toda velocidad y frenó en la entrada. Salió un hombre de complexión fuerte, vestido de negro, con botas, vaqueros y un suéter con el grafismo de la pieza de puzle encadenada.

-¡Al fin llegas!! –Dijo Carla mientras revisaba el móvil de Sara y mantenía la madera despuntada sobre Sara.

-Vamos, ve a por la otra, te espero aquí. –Contestó el individuo.

-¡Mierda! Joder!!, le ha enviado un whatsapp a Natalia, es verdad! La muy puta no miente. –Exclamó con rabia Carla.

-¿¡Quieres ir de una maldita vez a por la otra! –El hombre cogió a Sara que estaba herida y débil, la alzó a la fuerza y la maniató. Luego la metió en el coche, en la parte trasera.

Carla volvía dirección a su casa, quería apresurarse para que las cosas no se complicaran. De pronto, vio que el mensaje que Sara le había enviado a Natalia acababa de ser entregado. Y entonces decidió esperar. No era necesario ir a por ella, pues vendría sola. Se detuvo y se escondió entre los arbustos.

Unos metros más atrás, Sara se recomponía, pudo ver que aquél hombre se encendía un cigarro, apoyado sobre el capó del coche, de espaldas. Fue ese el momento el que aprovechó para abrir la puerta. Aunque estaba maniatada pudo abrirla con los pies, y de un modo u otro, escabullirse de manera que pudo salir con cuidado. Entonces, sin hacer ruido, se puso de pie y empezó a correr por la carretera secundaria.

Su casa estaba a poca distancia, solo a unos 300 metros, tal vez se cruzaría con algún coche, aunque fueran ya altas horas de la madrugada. No podía tener tan mala suerte. 

El hombre, en uno de sus giros para controlar que todo fuera correcto, se percató de que la puerta estaba abierta y que Sara había escapado. Tiró al suelo el cigarro que le quedaba y la avistó al final de la recta, a unos 75 metros. Salió corriendo por la carretera, con la pistola que se desencajó de la parte trasera de la cintura. Sabía que no podía llegar mucho más lejos y que la alcanzaría. 

Sara corría herida, y asustada, se giraba para ver si le alcanzaba. 

-Socorro!!,  Auxilioo!!

El hombre cada vez recortaba más distancia, era rápido. Sara tomó un atajo, un descampado de unos 55 metros por el que podría llegar hasta su vecindario. Podía lograrlo.

El hombre la seguía, estaba ya cerca.

-Sara: no por favor!, no! Ayudaaaaaa!!! Ayudaaaaa!!! Por favor, que alguien me ayudee!!! 

No paraba de llorar y de sangrar por el costado, donde le había golpeado Carla. Sara corría y volvía la mirada hacia atrás, intentando que ese individuo, cada vez más cerca de ella, no le alcanzara. 

-Sara: noooo!!! Socorroo!! Que alguien me ayudee!!

Pero justo cuando estaba a punto de conseguirlo, cuando se disponía a subir torpemente por un desnivel del terreno, un golpe seco en la cabeza la dejó plantada en el suelo, e inmovilizada por completo. El hombre le había golpeado con el culo del revólver.


-------------------------


Ahora sí ya no te escapas, niñata. –El hombre cerró con fuerza el maletero del bmw. Se metió en el asiento del copiloto y cerró la puerta.

-Espero que esto no nos traiga consecuencias, nos dijeron bien claro que querían rapidez y ninguna complicación. A ver si llega ya la otra zorra, le he enviado otro mensaje para que se de prisa. Llevamos demasiado tiempo aquí. –Explicó Carla, que había vuelto al coche.

- Cuidado, ahí viene. 

-Prepárate. –Sentenció ella.

-¡Sara, tía, no tiene ni puta gracia! ¿de qué coño vas? Me dices que sales un momento sin más explicaciones al coche, te desapareces casi media hora, no me coges el teléfono, y va y me envías cuando te apetece un puto whatsapp para decirme que me... 

El hombre abrió la puerta y sorprendió a Natalia, rápidamente la cogió por el brazo doblegándoselo.

-Ahhhhhhh!!!!! Mmmmm!!!! Auxiii…!! –Natalia intentaba pedir auxilio, pero el individuo le puso la mano sobre la boca para que no gritara. 

Ella no se resistía, pataleaba con fuerzas, y se movía histéricamente. Ante los bruscos movimientos que daba para poder liberarse, el individuo le dio un fuerte puñetazo en la cara que terminó por desmayarla.

Carla salió en ese momento.

-Perfecto. Esta nos ha dado menos trabajo. Metámosla en la parte de detrás. –Dijo mientras observaba cómo Natalia se desvanecía sobre los brazos del secuestrador.

Entre los dos la ataron como a Sara de pies y manos, y les pusieron también cinta aislante en la boca.

-Yo vuelvo a la fiesta. Tú ya sabes lo que tienes que hacer. –Espetó Carla.


Fin flashback


---------------------------------------------------------



Hoy. Caso de las chicas de Viver. En algún lugar, las cosas están así:




-¡¡Quédate quieta donde estás, o te juro por Dios que te meto un balazo y luego te doy de comer a los perros!!

La silueta femenina se dio media vuelta, de cara al hombre que le apuntaba y que vestía con el uniforme característico del negocio. Le miró asustada y cansada de correr.

50 metros más al este, y a una mayor altura, junto al borde de un precipicio rocoso de más de 200 metros de altitud, otra joven figura femenina se hallaba frente al vacío.

Tres disparos impactaron contra el primer cuerpo, desvaneciéndose entre los matojos secos del bosque.

50 metros más al este, y a una mayor altura, un cuerpo se precipitaba al vacío.